Lechos fluidizados
Los sistemas transportadores de lecho fluidizado utilizan aire a muy baja presión y no recurren a tuberías por las que discurra el material. Su fuerza motriz es la gravedad, por lo que sólo son capaces de funcionar con una inclinación hacia abajo, aunque sea en un ángulo de unos pocos grados.
Los transportadores por gravedad constan de un canal dividido longitudinalmente por una membrana porosa continua sobre la que fluye el material, como se ilustra en la figura anterior. El principio de funcionamiento de estos sistemas se basa en la introducción de una pequeña cantidad de aire a baja presión a través de la membrana.
Los lechos fluidizados son capaces de manipular material a granel de hasta 100 metros y son adecuados para caudales de hasta 300 m3. En general, los materiales con un tamaño de grano de 40 a 500 μm y una densidad de entre 1400 y 5000 kg/m3 son los más fáciles de transportar y fluirán muy suavemente por pendientes poco profundas.
Lechos fluidizados
Los sistemas transportadores de lecho fluidizado utilizan aire a muy baja presión y no recurren a tuberías por las que discurra el material. Su fuerza motriz es la gravedad, por lo que sólo son capaces de funcionar con una inclinación hacia abajo, aunque sea en un ángulo de unos pocos grados.
Los transportadores por gravedad constan de un canal dividido longitudinalmente por una membrana porosa continua sobre la que fluye el material, como se ilustra en la figura anterior. El principio de funcionamiento de estos sistemas se basa en la introducción de una pequeña cantidad de aire a baja presión a través de la membrana.
Los lechos fluidizados son capaces de manipular material a granel de hasta 100 metros y son adecuados para caudales de hasta 300 m3. En general, los materiales con un tamaño de grano de 40 a 500 μm y una densidad de entre 1400 y 5000 kg/m3 son los más fáciles de transportar y fluirán muy suavemente por pendientes poco profundas.